CIRUGÍA ESTÉTICA: Revelan aumento de quejas por cirugías estéticas y reconstructivas: CCPER

Las quejas ante la Comisión de Arbitraje Médico (Came) por cirugías plásticas y reconstructivas, aumentaron durante 2022, en comparación con los dos últimos años de pandemia, y hasta noviembre de este año se habían presentado 52, de las cuales la mayoría ocurrieron en Tijuana.

En este periodo, dos pacientes fallecieron luego de ser intervenidas quirúrgicamente en este municipio, pero hasta ahora las muertes no han sido esclarecidas.

El pasado 22 de junio, María José Chacón Herrera, esposa del cónsul de Guatemala en Denver, Estados Unidos, murió luego de operarse en el Hospital Jerusalem, en funcionamiento pese a estar suspendido por la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coepris).

Un mes después, el 27 de julio, Lilian Carolina, de 36 años de edad, falleció durante una cirugía estética en la clínica privada Diagnosis Hospital, en Zona Río.

Laura Carmina Cárdenas Malta, presidenta del Colegio de Cirujanos Plásticos y Estéticos de Baja California, mencionó que estos casos han perjudicado la imagen del sector porque las operaciones fueron realizadas por médicos no certificados.

“Lo tomamos muy mal, son dos vidas que se pierden a manos de personas que no deberían de estar haciendo cirugías plásticas (…) Es preocupante para nosotros porque ensucia el nombre de un gremio”, señaló.

Añadió que para evitar estas tragedias, las autoridades deben fortalecer la regulación, vigilancia, supervisión y sanciones.

Además de proveer “desde las partes más altas del gobierno”, recursos para que la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coepris), actúe sin limitantes.

Cárdenas Malta mencionó que la Coepris debe verificar el cumplimiento de las normas, pero su personal se encuentra rebasado.

Para evitar que “charlatanes” continúen operando, también debe intervenir la Secretaría de Educación Pública a través de la Dirección General de Profesiones, quienes según Cárdenas Malta, se “han quedado atrás, como en el limbo”.

“Ellos son los que emiten las cédulas que permiten que una persona ejerza su profesión”, comentó.

La falta de educación de la comunidad y de las mismas autoridades para distinguir entre un cirujano plástico y un médico estético también ha sido un gran problema por atender.