ERA AMLO: Contempla el Estado operar el siguiente año flota de 10 aviones comerciales; costaría 1,800 MDP

  • La administración del presidente Andrés Manuel López Obrador se encuentra haciendo avalúos para comprar la marca Mexicana de Aviación a los ex trabajadores y jubilados de la compañía, que cesó operaciones en 2010. De acuerdo con la última estimación antes de la pandemia, la marca tenía un valor de alrededor de 75 millones de dólares.

El gobierno federal se ha planteado entrar al arriesgado negocio de las aerolíneas, en el que la experiencia regional no ha sido precisamente buena. El plan parece ambicioso: una flota 10 aviones –entre ellos el exavión presidencial Dreamliner 787– que sería operada por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) a través del Grupo Aeroportuario, Ferroviario y de Servicios Auxiliares Olmeca-Maya-Mexica S.A de C.V., con un presupuesto que oscilaría entre 1,000 y 1,800 millones de pesos.

Las aerolíneas estatales no son un tema nuevo. En el mundo hay ejemplos como el del gigante Qatar Airways, propiedad del gobierno qatarí, que supone un caso de éxito dado el alto nivel de conectividad que tiene y la calidad de servicio, aunque conlleva fuertes subsidios gubernamentales, el último más relevante de alrededor de 3,000 millones de dólares

Hasta hace unos años, México no era la excepción. Con Aeronaves de México, el gobierno participaba en el negocio de transporte aéreo hasta la quiebra de la empresa, en 1988, como consecuencia de lo que, en su momento, fue producto del estallido de una huelga por parte de sus trabajadores. Eventualmente esta empresa sentaría las bases de lo que hoy es Aeroméxico.

A la fecha no se cuentan muchas aerolíneas que sean propiedad del gobierno en su totalidad. Un análisis de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) señala que, cuando ocurre de esta manera, se trata de casos que conllevan pérdidas tan fuertes que no se puede atraer a inversionistas privados, o bien, porque se les asigna un rol como parte de objetivos de política pública, como el desarrollo de estrategias de conectividad nacionales.

La intención es que la nueva aerolínea –que al presidente le gustaría llamar como la extinta Mexicana de Aviación– entre en operaciones el siguiente año con aviones arrendados.

“Se está trabajando en eso, es la posibilidad de que se tenga un proyecto para contar con una línea aérea que maneje la misma empresa que va a tener a su cargo el Tren Maya y los aeropuertos, el Felipe Ángeles, el aeropuerto, que ya se inició, por cierto, la construcción del aeropuerto de Tulum, que es una buena noticia”, dijo el presidente López Obrador en su conferencia matutina del pasado 4 de octubre.