México no figura entre los países con mayor responsabilidad en prevención funeraria, según datos de la Asociación Nacional de Directores de Funerarias A. C. (ANDF), ya que hay otras culturas con índices más alentadores.
Y es que nuestro país no figura entre los primeros 15 a nivel mundial en dicha materia, “primero está España, Estados Unidos, Canadá, Guatemala, Argentina, Ecuador, entre otros”, dijo Roberto García, Vicepresidente de la ANDF.
Las creencias religiosas o culturales son factores importantes en la toma de estas decisiones, como en el caso de “las personas adultas mayores dicen: ‘yo no compro eso porque es llamar a la muerte’, o ‘que mis hijos me entierren en un cajón o en un petate, ya les di ahora que ellos lo resuelvan’; el tema es que ellos se quedan con el problema”, explica García.
Algunas situaciones aunadas a la edad y el postergar, abonan para prevenir en materia funeraria. Roberto García explica que las personas entre los 60 y 70 años consideran que los demás deben hacerse cargo; aquellos que rondan entre los 35 y 50 años de edad, son quienes tienen mayor conciencia sobre las pérdidas, tanto por sus padres como por sus hijos, mientras que las personas de 30 hacia abajo no tienen la presencia real en estos temas.
Gracias a su amplia experiencia de Roberto García sabe que los productos más complicados para vender son los funerarios de prevención, seguido por los seguros de vida, seguros de gastos médicos o de estudios. “Hay países como en Estados Unidos, que para todo hay seguro; Guatemala tiene más alto índice de prevención funeraria; Colombia es el referente en el continente latinoamericano a nivel de previsión que tienen las personas, porque muchas veces no vemos la muerte tan cerca”.
La muerte de una persona cercana o la propia, por lo general, es algo que se percibe a distancia, razón que impide pensar en pagar por los gastos que conlleva, de manera anticipada, dejando a otros la responsabilidad.
“Hay mucha gente que dice: ‘yo lo pago en el momento’, ‘yo veo si nos juntamos toda la familia’. En México somos muy solidarios, si muere una persona, en general, siempre hay la disposición de apoyar con lo que sea, dinero, café, las flores, aunque eso también hace pensar en la facilidad de resolver otros temas relacionados a la pérdida”, explica el vicepresidente.
Al parecer, resulta más sencillo que una persona compre un teléfono celular o un artículo costoso en pago a meses —aunque esto comprometa parte de sus ingresos fijos—, que pagar una cantidad menor o similar por un servicio post mortem, según una reflexión de la ANDF.
¿Cuánto cuestan morirse?
Ante una eventualidad como la muerte de alguien cercano, muchas veces surge la necesidad de solicitar un préstamo que se vuelven interminable de pagar, o vender algunas pertenencias para conseguir el dinero y hacer frente a los gastos.
También existen casos en los que contratan “un servicio funerario barato, de los que llamamos piratas, que el final te va a cobrar 6 mil pesos, pero ya cuando está afuera, tienes que pagar otros cinco aquí, otros cinco allá, y ya le salió en 30 mil pesos. Las personas, en ese momento, están más susceptibles, donde la gente puede abusar de ese momento”, compartió Roberto García.
El costo de un sepelio sencillo puede estar alrededor de los 15 mil pesos, dependiendo la región del país en que ocurra, aunque en la actualidad, existen las modalidades de “Previsión de servicios funerarios a futuro”, que según explica Roberto García, está reconocido en la Norma Oficial Mexicana, además de que los precios pueden variar dependiendo la funeraria.
“Puedes comprar un plan y lo vas pagando en mensualidades hasta completar la cantidad y con ello ya tienes tu certificado de servicio funerario para cuando quieras usarlo, eso es lo que vas a encontrar en la mayoría de las funerarias”, explicó.
También expuso que existe una nueva modalidad denominada Servicios de Asistencia Funeraria, “son servicios a previsión, pero contratados por un tiempo determinado, es como un seguro pero no es un seguro, porque en términos legales, no se cumplen las cualidades ni los términos de un seguro, pero sí tiene el término legalmente de asistencia funeraria; por ejemplo, yo quiero proteger a mi familia por un año, entonces compro un servicio de asistencia funeraria que me va a cubrir a mí y a mi familia durante un año, si tenemos una defunción ese es el servicio de asistencia funeraria”.
Además, mencionó que éste último servicio es renovable y está avalado por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), también es posible a nivel colectivo o empresas incluso en actividades de riesgo.
“La previsión no solo resuelve la situación de la persona fallecida, sino que es una tranquilidad en general para la familia, porque imagínate, en lugar de estar viviendo tanatológicamente tu duelo, estás más preocupado por ‘cuánto voy a pagar y dónde voy a contratar’, que realmente en darle una despedida a tu familiar. Si tuvieras algo contratado, haces una llamada y en la funeraria se encargan absolutamente de todo, y no tienes que andarte preocupando por muchas cosas”.