Uno de los sectores donde más se encendieron las alarmas fue el automotriz, en el que México representa, tan solo en autopartes, una participación de más del 40 por ciento en el total de importaciones estadounidenses de esos productos.
“Cualquier medida arancelaria tendría un impacto significativo en la industria automotriz, donde las cadenas de suministro están profundamente integradas, lo que además pondría en riesgo nuevas inversiones hacia el país en este sector”, advirtió Mayer-Serra.
Un arancel del 25 por ciento podría elevar los precios de estos productos para los consumidores estadounidenses, aunque Trump y sus asesores creen que la medida incentivará la fabricación nacional y generará ingresos adicionales para el país.
Mientras tanto, las industrias norteamericanas se preparan para posibles disrupciones. Un arancel del 25 por ciento a las importaciones de automóviles y autopartes podría paralizar la producción en toda la región, dado que estos productos cruzan fronteras múltiples veces antes de llegar al consumidor final.