El presidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco), Antonio Villa González, catalogó como lamentable la decisión del gobierno federal de extender el decreto del programa de regularización de los conocidos “autos chocolate”.
“Desde un principio hemos dicho que ese decreto no debió haber existido. Ese decreto lo que hace es regularizar lo que entró al país de forma ilegal, o sea, el contrabando.”
Indicó que, como cámara, estaban a la expectativa de que el decreto finalizara una vez que terminara la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, ya que se ha visto afectado el giro de las yardas.
Ahora, Canaco se encuentra a la espera de que se autorice y/o se publique el decreto que permitirá la importación vía aduana con una mejora en los precios, para que el negocio de las yardas pueda seguir siendo rentable.
De acuerdo con un estudio de la cámara, a raíz del programa de regularización de autos de procedencia extranjera, de las más de 100 yardas que estaban afiliadas a la Canaco, han cerrado, en promedio, 30 yardas.
Mientras que otras yardas optaron por operar de manera más compacta, es decir, algunas pasaron de ofertar entre 30 y 20 vehículos a solo 3 o 4 unidades, debido a la disminución de la demanda.
Además del daño económico, el empresario destacó la problemática actual con un aumento en el flujo vehicular, lo que afecta al medio ambiente, pues en su mayoría los carros regularizados no pasan el control de calidad del aire.
“Si van a desaparecer esas placas y esa circulación de automóviles, estamos totalmente de acuerdo, pero han pasado los meses y seguimos viendo que hay nuevas unidades con las nuevas situaciones del amparo, a la par de que están regularizando automóviles con placas fronterizas”, señaló.