México es un país atractivo para el turismo internacional por su oferta cultural, sus playas y maravillas naturales, sin embargo, en los últimos años han incrementado la visita de personas que llegan al país buscando servicios médicos.
De acuerdo con información del Gobierno de México, el país se ha convertido en el segundo destino de turismo de salud, al recibir en promedio 1.2 millones de visitantes al año; cifra sólo superada por Tailandia a donde llegan 1.8 millones.
Este fenómeno tiene todo que ver con la calidad, los bajos costos en los tratamientos y los reducidos tiempos de espera que ofrecen los especialistas nacionales. Se estima que los ahorros pueden ir del 35% al 85% y una atención prácticamente inmediata en comparación con los hasta tres meses que deben esperar las personas en países como Canadá.
Las principales ciudades que mayor atracción de turismo médico tienen son: Tijuana, Reynosa y Ciudad Juárez, debido a la frontera cercana que tienen con Estados Unidos, el principal cliente de México representando el 70% de los pacientes extranjeros. Otros estados como Cancún, Ciudad de México, Querétaro, Guadalajara y Monterrey, han comenzado a reportar un crecimiento importante en este tipo de servicios, por concentrar a la mayor cantidad de especialistas.
A nivel nacional hay más de 98 clínicas y hospitales certificados y acreditados por la Secretaría de Salud federal y siete de ellos, son certificados por la asociación Joint Commission International, con sede en los Estados Unidos.
En 2017 la Secretaría de Salud estimó que más de 1.7 de los casi 40 millones de turistas internacionales podrían tener motivos relacionados con la salud para viajar a México. Para el 2023, esta actividad dejó una derrama económica de hasta 5.5 mil millones de pesos, de acuerdo con el presidente de la Asociación Mexicana de Médicos Especialistas para el Turismo Médico, Humberto Ceballos.
Los servicios más solicitados son la cirugía cardiología, oncología, oftalmología, bariátrica y plástica; así como tratamientos no quirúrgicos como la aplicación de toxina botulínica y ácido hialurónico.