Avon Products Inc. (API), la compañía holding que controla la marca de cosméticos Avon fuera de Estados Unidos, se ha acogido voluntariamente al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras en el Tribunal de Quiebras del Distrito de Delaware.
La empresa busca reestructurarse ante las crecientes deudas y las múltiples demandas relacionadas con el uso de talco en sus productos, las cuales alegan que este ingrediente podría estar relacionado con casos de cáncer.
La marca Avon, conocida por su modelo de ventas directas a través de catálogos, ha sido un ícono en el mundo de la belleza durante décadas. Sin embargo, en los últimos años, ha enfrentado dificultades financieras, exacerbadas por las millonarias demandas legales en Estados Unidos.
A pesar de estos desafíos, la compañía ha asegurado que las operaciones fuera de Estados Unidos, incluyendo las de América Latina y México, no se verán afectadas por este proceso de quiebra.
En 2016, Avon vendió sus operaciones en Norteamérica a Cerberus Capital, desvinculándose del mercado estadounidense. Desde entonces, ha operado como una entidad separada para los mercados internacionales, bajo la propiedad de Natura & Co., un grupo brasileño que adquirió Avon en 2020.
Natura & Co. ha expresado su compromiso con el futuro de la marca y ha anunciado un financiamiento de 43 millones de dólares para apoyar a API durante su reestructuración bajo el Capítulo 11.
Fábio Barbosa, CEO de Natura & Co., ha enfatizado que esta medida es un paso crucial en la simplificación de la estructura de la compañía y que no se espera que tenga repercusiones negativas en las operaciones en América Latina. De hecho, Barbosa señaló que las operaciones de Avon en México y Brasil han mostrado una mejora significativa en el segundo trimestre de 2024, lo que refleja un sólido desempeño a nivel regional.
La declaración de quiebra en Estados Unidos se centrará exclusivamente en resolver las demandas y reestructurar la deuda, que asciende a mil 300 millones de dólares. Como parte de este proceso, Natura & Co. ha propuesto adquirir las operaciones internacionales de Avon por 125 millones de dólares, además de cancelar 530 millones de dólares en deuda.