El fabricante de automóviles de lujo Porsche espera que su transición a los vehículos eléctricos tome más tiempo de lo que pensaba, informó la compañía este lunes, habiendo dicho previamente que su objetivo era que el 80% de las ventas fueran totalmente eléctricas para 2030.
Ahora retrasó ese objetivo vinculándolo explícitamente a la demanda de los clientes y a los avances en el sector de la electromovilidad, señalando en un comunicado únicamente que ahora podría cumplir el objetivo del 80% si esos factores lo justifican.
“La transición a los coches eléctricos está tardando más de lo que pensábamos hace cinco años”, afirmó Porsche en un comunicado.
“Nuestra estrategia de productos está diseñada de tal manera que podríamos entregar más del 80% de nuestros vehículos totalmente eléctricos en 2030, dependiendo de la demanda de los clientes y del desarrollo de la electromovilidad”, añadió la automotriz.
Los ejecutivos de fabricantes de automóviles, desde Mercedes-Benz hasta Renault, advirtieron que los objetivos que establecieron en los últimos años para las ventas totalmente eléctricas en la próxima década eran demasiado ambiciosos, ya que los clientes seguían reticentes a dejar de lado los automóviles a gasolina.
Porsche, que lucha con bajas ventas de vehículos eléctricos este año hasta el momento, destacó la disparidad en sus tres mercados clave en la adopción de vehículos eléctricos, con una demanda muy superior en China, más lenta en Europa y desigual en Estados Unidos.
“Nuestra doble estrategia es más importante que nunca”, afirmó Porsche, refiriéndose al continuo desarrollo de sus coches con motor de combustión y electrificados.
Con información de Reuter