El movimiento feminista 4B, surgido en Corea del Sur, tiene cerca de 50,000 seguidoras. Sus principios se basan en decir “no” a las citas con hombres, a las relaciones sexuales con hombres, al matrimonio y a los hijos. Este movimiento se da en un contexto de hartazgo en un país en el que las mujeres han sido históricamente oprimidas y violentadas.
Ni citas, ni sexo, ni bodas, ni hijos. Las mujeres en Corea del Sur consideran que la misoginia está tan dentro de las estructuras sociales, políticas y económicas, que la única manera de que exista una sociedad igualitaria, es erradicándolo. Antes que tener cualquier vínculo con los varones, prefieren extinguirse.
Esto es lo que creen y predican las mujeres que forman parte del movimiento feminista “4B” en Corea del Sur. Su nombre responde a las palabras surcoreanas “bihon”, “bichulsa”, biyeonae” y “biseksu”, sus traducciones reflejan las cuatro áreas fundamentales en las que accionan, que son la sexualidad, las relaciones, el matrimonio y la reproducción.
En un contexto en donde la violencia y discriminación han oprimido históricamente a las mujeres y vulnerado sus derechos, este movimiento crece con mayor fuerza desde 1980. Se estima que actualmente hay 50,000 mujeres siguiendo los principios de este movimiento.
En las horas y días transcurridos desde que quedó claro que Donald Trump sería reelegido presidente de los Estados Unidos, ha habido un aumento de interés en el país por la 4B.
Las mujeres jóvenes liberales en TikTok e Instagram están discutiendo y compartiendo información sobre el movimiento feminista de Corea del Sur, en el que las mujeres heterosexuales se niegan a casarse, tener hijos, salir o tener relaciones sexuales con hombres.
Estas mujeres dicen que están furiosas y hartas después de que la mayoría de sus homólogos masculinos votaran por un candidato que fue encontrado responsable de abuso sexual y cuyo nombramiento de tres jueces conservadores de la Corte Suprema condujo a la revocación de las protecciones nacionales del derecho al aborto .
En respuesta, dicen que están renunciando a los hombres y están animando a otros en todo el país a unirse a ellos.
“Hemos suplicado y mendigado por la seguridad de los hombres y hemos hecho todo lo que se suponía que debíamos hacer, y aún así nos odian”, dijo a CNN Ashli Pollard, una mujer de 36 años de St. Louis.
“Así que si nos van a odiar, entonces haremos lo que queramos”.
Las principales reglas del movimiento son:
No a las citas o vínculos afectivos con hombres (biyeonae)
No a las relaciones sexuales con hombres (biseksu)
No al matrimonio heterosexual (bihon)
No a tener hijos (bichulsa)
Al seguir estos principios, las mujeres consideran que alteran las estructuras de misoginia y, al mismo tiempo, logran construir vidas más seguras sólo entre mujeres.