De acuerdo con los últimos reportes de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el almacenamiento de agua en las presas del estado ha disminuido considerablemente, situándose actualmente en un preocupante 18.8% de su capacidad total.
Esta cifra representa una reducción del 17.9% en comparación con el mismo periodo del año pasado, cuando el almacenamiento era del 36.7%. La sequía prolongada ha afectado severamente a las principales fuentes de abastecimiento de agua en la entidad, poniendo en riesgo el suministro para la población, la agricultura y la industria.
Presas principales y su situación Las presas Álvaro Obregón y Abraham González, ubicadas en la Cuenca del Río Yaqui, son las que mayor volumen de agua almacenan actualmente, con un 23.1% cada una. Sin embargo, estos niveles se encuentran muy por debajo de lo normal.
Le siguen las presas Plutarco Elías Calles con un 19.7% y Lázaro Cárdenas con un 12.2%. En la Cuenca del Río Mayo, la presa Adolfo Ruiz Cortines registra un almacenamiento del 18.5%, mientras que la presa Ignacio R. Alatorre, en el Río Matape, cuenta con un 13.1% de su capacidad.
Destaca el caso de la presa Abelardo L. Rodríguez, que continúa sin registrar ningún volumen de agua.
Esta situación pone de manifiesto la gravedad de la sequía y los desafíos que enfrenta el estado para garantizar el suministro hídrico. La disminución de los niveles de agua en las presas tiene un impacto directo en diversos sectores de la sociedad, como la agricultura, la ganadería y el suministro doméstico.
La escasez de agua puede generar pérdidas económicas significativas, afectar la producción de alimentos y limitar el desarrollo de las comunidades.