Los conflictos en Medio Oriente han derivado en un alza de 15% anual en el precio internacional del crudo, lo que a su vez ha impulsado en México el precio de la gasolina, amenazando con provocar un nuevo estallido inflacionario en todo tipo de productos, advirtieron especialistas.
Datos del Inegi muestran que ya en marzo pasado la inflación de la gasolina Regular superó a la general, en una razón de 4.70 contra 4.42%, situación que no se presentaba desde noviembre de 2022. “Normalmente, para que haya una incidencia sobre la inflación, el aumento de precios de la gasolina debe durar cerca de tres meses”, apuntó Rodolfo Navarrete, economista en jefe de Vector Casa de Bolsa.
Navarrete consideró que con el riesgo de una nueva burbuja inflacionaria el Banco de México podría volver a aplicar un aumento a su tasa de interés, luego de que la recortó en marzo pasado por primera vez en tres años. “Decimos que es un riesgo que habrá que irlo controlando en normalidad de condiciones y así estas alzas de precios deberían pararse y la inflación debería tender ya hacia niveles de equilibro en normalidad de condiciones”, expuso.
“Pero el problema es que no estamos en normalidad de condiciones, por eso es que sí es complicado”, advirtió. Por separado, Alejandro Montufar Helú Jiménez, director de la consultora PetroIntelligence, coincidió en que los conflictos de Medio Oriente están detrás de los incrementos a las gasolinas.
“Todos los países tienen el mismo problema en la inflación, la inflación en todos los lugares aumentó porque subieron los precios de los energéticos, nunca habían estado tan caros”, dijo.
Aparte, José Ángel Vela, director de la consultora Monitor Energético, señaló que la política de ajustes inferiores a la inflación en el precio de las gasolinas en el país ha cambiado. “Y no pueden argumentar los incrementos en Estados Unidos, ya que el combustible, tanto Regular como Premium, han registrado bajas en su cotización por 16 meses consecutivos, medidos en pesos mexicanos, esto es, considerando el tipo de cambio”, manifestó.
Cuestionó que mientras la recaudación del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a las gasolinas y diésel aumentó en febrero 235% en términos reales a tasa anual, los estados reportaron una baja del 6.3% real anual en el IEPS por las gasolinas.